Racionalidad política, virtudes públicas y diálogo intercultural

Autor:

Jesús de Garay y Jaime Araos

Sinopsis:

La racionalización define a las sociedades modernas frente a la sociedad tradicional. Sin embargo, el paradigma vigente de la racionalidad sigue siendo la ciencia experimental y matemática, cuya metodología difícilmente se adapta al dinamismo social. La racionalidad política sigue moviéndose en un terreno intermedio entre la ingeniería social y el pragmatismo político.

Por la misma razón, resulta difícil establecer un marco de virtudes públicas, que sean reconocidas por todos aquellos políticos profesionales, pero sobre todo ciudadanos de a pie que conforman el espacio público. Ni la tecnociencia ni la religión tienen hoy fuerza suficiente para proponer modelos públicos de excelencia política. Y sin embargo, nadie duda de la importancia de recuperar y promover valores éticos en la ciudadanía y en la acción política.

Racionalidad política ha de significar así en primer lugar diálogo social, de tal modo que los diversos agentes sociales participen en el discurso racional, que define la acción política. Queda rechazado el monólogo de la tecnociencia social, que encerrada en su torre de marfil, desea definir de forma solipsista el futuro de la sociedad y los mismo ciudadanos quienes sean sujeto y objeto de sus argumentos y sus decisiones.